Todos los cinefilos, siempre cometemos el mismo error. Ensalzar a todos aquellos actores americanos, por eso de que Hollywood es la meca del cine, y olvidarnos de aquellos que lucharon para que la magia del cine, también tuviera acento español.
Hoy nos ha dejado una de esas actrices que ha sido una de las responsables del desarrollo del séptimo arte en nuestro país. Una diva, una actriz, una estrella. Emma Penella.
Un 2 de marzo de 1930, nació Manuela Ruiz Penella, hija de Ramón Ruiz Alonso, siempre ha tenido el mundo de la actuación desde muy pequeña. Su abuelo, es el creador de la obra, El Gato Montes, y sus dos hermanas, también son actrices, Terele Pavez y Elisa Montes.
En los años 50 debuto en el mundo del cine con títulos como Carne de Horca, de Ladislao Vajda, Cómicos, de Juan Antonio Bardem, Los Peces Rojos, de José Antonio Nieves Conde, y la fabulosa Freda, basada en una tragedia griega, que dirigió en 1956 Manuel Mur Oti, y fue coprotagonizada por Vicente Parra. Pero la película que mas repercusión creo, y con la que más éxito obtuvo fue El Verdugo, de Luis Garcia Berlanga. Exhibida en el Festival de cine de Venecia, la actriz se negó a entrar por la puerta de detrás del teatro, tal y como habían ordenado la comunidad internacional como muestra de desaprobación al franquismo. Emma hizo su aparición en la puerta principal del teatro.
En 1963 se caso con el productor Emiliano Piedra, lo que le permitió el ayudar y fomentar la evolución del cine Español.
Su voz, tan personal, que fue doblada en sus primeros títulos, después seria reconocida por todos los especialistas de doblaje, al prestarla en películas de animación como Los Increíbles o El Sueño de una Noche de Verano.
Emma continuo trabajando en el mundo del cine hasta que en los años 80 regreso al teatro, que finalizo en 1993 con la obra El Enfermo Imaginario de Moliere. El motivo principal de su retirada, fue el fallecimiento de su esposo en 1991.
Pero los espectadores aun tuvimos la suerte de disfrutar de la presencia de esta gran actriz, en filmes como Mar de luna, de Manolo Matji; Pídele Cuentas al Rey, de José Antonio Quiros, o Los Novios Búlgaros de Eloy de la Iglesia; o en televisión, gracias a las series Aquí no hay quien viva o La que se avecina, en las que daba vida a un personaje muy similar, una viuda jubilada que trae de cabeza a la vecindad, y que logro conquistas los corazones de todos los espectadores.
Siempre recordaremos con cariño a Emma Penella. Por haber ayudado tanto al cine español, y por habernos permitido disfrutar en cada una de sus interpretaciones.
Hoy nos ha dejado una de esas actrices que ha sido una de las responsables del desarrollo del séptimo arte en nuestro país. Una diva, una actriz, una estrella. Emma Penella.
Un 2 de marzo de 1930, nació Manuela Ruiz Penella, hija de Ramón Ruiz Alonso, siempre ha tenido el mundo de la actuación desde muy pequeña. Su abuelo, es el creador de la obra, El Gato Montes, y sus dos hermanas, también son actrices, Terele Pavez y Elisa Montes.
En los años 50 debuto en el mundo del cine con títulos como Carne de Horca, de Ladislao Vajda, Cómicos, de Juan Antonio Bardem, Los Peces Rojos, de José Antonio Nieves Conde, y la fabulosa Freda, basada en una tragedia griega, que dirigió en 1956 Manuel Mur Oti, y fue coprotagonizada por Vicente Parra. Pero la película que mas repercusión creo, y con la que más éxito obtuvo fue El Verdugo, de Luis Garcia Berlanga. Exhibida en el Festival de cine de Venecia, la actriz se negó a entrar por la puerta de detrás del teatro, tal y como habían ordenado la comunidad internacional como muestra de desaprobación al franquismo. Emma hizo su aparición en la puerta principal del teatro.
En 1963 se caso con el productor Emiliano Piedra, lo que le permitió el ayudar y fomentar la evolución del cine Español.
Su voz, tan personal, que fue doblada en sus primeros títulos, después seria reconocida por todos los especialistas de doblaje, al prestarla en películas de animación como Los Increíbles o El Sueño de una Noche de Verano.
Emma continuo trabajando en el mundo del cine hasta que en los años 80 regreso al teatro, que finalizo en 1993 con la obra El Enfermo Imaginario de Moliere. El motivo principal de su retirada, fue el fallecimiento de su esposo en 1991.
Pero los espectadores aun tuvimos la suerte de disfrutar de la presencia de esta gran actriz, en filmes como Mar de luna, de Manolo Matji; Pídele Cuentas al Rey, de José Antonio Quiros, o Los Novios Búlgaros de Eloy de la Iglesia; o en televisión, gracias a las series Aquí no hay quien viva o La que se avecina, en las que daba vida a un personaje muy similar, una viuda jubilada que trae de cabeza a la vecindad, y que logro conquistas los corazones de todos los espectadores.
Siempre recordaremos con cariño a Emma Penella. Por haber ayudado tanto al cine español, y por habernos permitido disfrutar en cada una de sus interpretaciones.
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