viernes, 29 de enero de 2010

H.P. LOVECRAFT: Mas alla de la realidad



Uno de los mejores escritores de terror y ciencia ficción, es sin ninguna duda, H.P. Lovecraft, por crear un mundo único, apartándose totalmente de lo que conocemos como terror tradicional, para adentrarnos en otra dimensión. El estreno del film La Herencia Valdemar, de Julio Alemán, donde la trama principal esta basada en el universo de Lovecraft , nos obliga a saber un poco más de él.


Howard Phillips Lovecraft nació el 20 de agosto de 1890 en Provindence, Rhode Island ( USA ), desde su más tierna infancia demostró tener una imaginación sin limites, ya que frecuentaba pasajes escondidos para así dar rienda suelta a sus fantasías. Su afición a las letras era tal que a la edad de 13 años, escribió su primera obra, La bestia en la cueva, y a los 16 ya redactaba una columna de astronomía para el "Providence Tribune".


Aunque mostraba predilección por los relatos de ficción, sus primeras obras se centraban principalmente en la poesía, hasta que en 1917 sorprendió a todos con el relato fantástico Dagon, su primer trabajo publicado de forma profesional, apareciendo en la publicación Weird Tales en 1923. Algunas de sus obras más conocidas son El color que cayo del cielo ( 1927 ), Historia del Necronomicón ( 1927 ), El que susurra en la oscuridad ( 1930 ), El Morador de las Tinieblas ( 1935 ), y La Llamada de Cthulhu (1926 ) que narra la leyenda sobre la existencia de unos dioses mitologicos que habitaron la Tierra mucho antes de que los hombres aparecieran y que tienen la inteción de recuperarla.

Considerada su obra más importante , fue la responsable de la creación de uno de los universos más importantes dentro de literatura de terror fantástico, conocido como Los Mitos de Cthulhu.
La influencia que tuvo los personajes creados por Lovecraft, fue tal que no solo fue continuada por multitud de escritores y historietistas, sino que a finales de los 80, la editorial Chaosiun publico un exitoso juego de Rol basado en dichas criaturas.

El cine se ha dedicado a su obra en varias ocasiones, aunque no siempre de la forma más correcta. La primera de sus adaptaciones fue la producción mexicana, La Marca del muerto ( 1961 ), de Fernando J. Cortes, basada en la novela corta, El caso de Charles Dexter Ward, que cuenta con dos versiones posteriores, El Palacio de los Espíritus ( 1963 ) de Roger Corman, y Resucitado ( 1991 ) de Dan O' Bannon.


En 1985, el director teatral Stuart Gordon fue el encargado de adaptar la colección de relatos cortos; Herbert West: Reanimador , bajo el titulo Re-Animator, que obtuvo un gran éxito, tanto de critica como de publico, por lo que se realizaron tres cintas más sobre dicha historia, La novia de Re-Animator ( 1990 ), Beyond Re-Animator ( 2003 ) y House of Re-Animator ( 2010 ), las tres dirigidas por Brian Yuzna. Stuart Gordon volvió a mostrarnos en imágenes el universo creado por Lovecraft con las películas; Re-Sonator ( 1986), sobre la novela corta, Del más alla ( 1920); Castle Freak ( 1995 ), basada en el relato El superviviente, o Dagon: La Secta del Mar ( 2001 ), esta ultima cuenta con la presencia del gran Paco Rabal.


Otras adaptaciones, mas o menos aceptables de su obra fueron : El Innombrable ( 1988 ),de Jean-Paul Ouellette, ; La Mansión de Cthulhu ( 1990) de Juan Piquer Simon; Necronomicon: Book of Dead (1993), de Christophe Gans y Shusuke Kaneto; Hemoglobina ( 1997 ) de Peter Svatek; y The Call of Cthulhu (2005), medio-metraje de 47 minutos, dirigido por Andrew Leman, al puro estilo del cine mudo, para dar la sensación de que se fue rodada cuando sucede la historia, en 1925.

martes, 26 de enero de 2010

IN MEMORIAN





JEAN SIMMONS: LA ULTIMA GRAN DAMA


Aquellos actores y actrices de la edad de oro de Hollywood, van esfumándose de nuestras vidas, dejando atrás buenas películas con las que hemos pasado excelentes momentos, y un listón tan alto, que las futuras generaciones tendrán que esforzarse mucho para poder superarlo. El pasado 22 de enero, nos dejo una gran dama de la pantalla, una actriz que con tan solo su presencia, ya le daba prestigio a cualquier película. Su nombre Jean Simmons.

Nacida en Londres, el 31 de enero de 1929, siempre quiso ser actriz, debutando en el cine a la edad de 15 años con la película Give us the moon (1944), de Val Guest y Caryl Brahms. Su talento no paso inadvertido, cuando el prestigioso realizador David Lean la eligió para intervenir en el film Cadenas rotas ( 1946 ).

A partir de ese momento, participo en un gran numero de producciones británicas como César y Cleopatra (1946) de Gabriel Pascal, Narciso negro (1947) de Michael Powell y Emeric Pressburger, y Hamlet (1948), de Laurence Olivier, por la que obtuvo su primera nominación al Oscar a la mejor actriz de reparto.

Como era de esperar, Hollywood llamo a su puerta, protagonizando una gran cantidad de películas, como Androcles y el león (1952) de junto a Victor Mature, Cara de ángel (1953) de Otto Preminger, con Robert Mitchum, La túnica sagrada (1953) de Henry Koster, La Reina Virgen ( 1953 ) , junto a Stewart Granger ( con el que estuvo casada diez años ), Sinuhé, el egipcio (1954) de Michael Curtiz, Esta tierra es mia (1954), con Rock Hudson, Espartaco, ( 1960 ) de Stanley Kubrick, o El fuego y la palabra (1960), de Richard Brooks ( su segundo esposo ) . Fue nominada al Oscar a la mejor actriz principal en 1969 con Con los ojos cerrados, coincidiendo por segunda vez con Brooks. Inexplicablemente, nunca obtuvo dicho premio.

En la década de 1970, decido centrar sus esfuerzos en la televisión , participando en series tan conocidas como Norte y Sur o El pájaro espino, por la que obtuvo un premio Emmy. Aunque sus apariciones eran bastante esporádicas, nunca dejo de actuar.

Jean Simmons ha conseguido que cada una de sus interpretaciones sea única, única como ella. Jean pertenece a ese olimpo de los dioses de Hollywood. Aquellos que nacieron cuando el cine estaba en plena pubertad y consiguieron hacerlo grande. El cine no sera el séptimo arte sin actores como Jean Simmons. Una generación que aunque desaparezca de este mundo terrenal, nunca morirá en el mundo del cine, sencillamente porque los dioses son inmortales.

Hasta siempre, Jean