viernes, 16 de marzo de 2007

EL WESTERN DEL MES


El Hálcon y la presa ( 1966 )



Dirigida por Sergio Sollima. Producida por Alberto Grimaldi. Guión de Sergio Sollima y Sergio Donati. Música compuesta por Ennio Morricone. Duración: 107 Min.

Tomas Milian: Cuchillo Sánchez , Lee Van Cleef: Jhonathan Corbett, Fernando Sancho: Capitán Segura; Maria Granada: Rosita Sánchez ; Walter Barnes: Mr. Brokston.

Argumento:
El Marshall Jhonathan Corbett tiene la intención de presentarse a gobernador del estado de Texas, y para ello solicita la ayuda de Mr. Brokston, un rico haciéndalo. Este accede a ayudarle a cambio de que atrape a un peligroso bandolero llamado cuchillo Sánchez, que hace unos pocos días violo y mato a una niña de 12 años. Corbett sigue sin ninguna tregua al escurridizo criminal que logra escapar de todas las encerronas que le prepara el veterano marshall. Lo que Corbett no sabe es que esta persiguiendo a la persona equivocada.

Opinión:
En 1962, tras el éxito obtenido en toda Europa con la film de aventuras La venganza del Zorro, el cineasta italiano Alberto Grimaldi, le propuso al realizador Joaquín Luis Romero Marchent el producir juntos una serie de westerns, que estarían rodados en España, con capital italiano. Así nacieron los populares Spaguettis Westerns, siendo la película Cabalgando hacia la muerte ( secuela del titulo anteriormente mencionado ), el primero de una larga serie de películas que, a pesar de su baja calidad, consiguieron ser una parte importante dentro de la historia del cine. Grimaldi empezó a producir gran cantidad de títulos como La muerte cumple condena, Los Rurales de Texas, El ultimo Rey de los Incas, y La muerte tenia un precio, con la que consiguió venderse muy bien en USA, algo que no le había pasado en ninguno de sus westerns.
Todos estos filmes muy buena acogida por parte del publico así que Alberto dedico muchos mas medios para sus películas. Contrato como guionista a un escritor de novelas del Oeste, Sergio Donati ( mas conocido como Lorenzo Rufino ó Serge Given ); a Sergio Sollima, un joven director que empezaba a tener cierto prestigio en la industria por haber dirigido varios films sobre agentes secretos; y como actores no se lo pensó dos veces, al americano Lee Van Cleef, muy popular entre el publico por su papel del coronel Mortimer en la muerte tenia un precio; al español Fernando Sancho, toda una pieza imprescindible en el western europeo; y el cubano Tomas Millian, que había sorprendido a todos por su genial interpretación en la película El precio de un hombre, de Eugenio Martín. La parte musical estaba reservada, sin ninguna duda, a Ennio Morricone, toda una leyenda, gracias a sus colaboraciones con Sergio Leone.
Y así se puso Sollima manos a la obra, contándonos una historia tan apasionante como original, que le daba una vuelta a la tuerca sobre quien es verdaderamente el villano de la historia, y quien es el bueno. Aunque cuando empezamos a ver el film, ya tenemos muy claro ambos roles y todo lo que va a pasar, Sollima, consigue hacernos dudar por momentos y nos adentra en un universo de politicos corruptos, nuevos ricos sádicos y magnates ambiciosos, que no dudar en cargar la culpa a un inocente, si con ello consiguen limpiar su imagen. Todo esto sin dejar de lado todos los ingredientes básicos de una buena película de vaqueros ( tiroteos , cabalgadas, persecuciones y paisajes realmente bellos que consiguen convencernos de que estamos en Texas o México y no en Almería o Madrid )
Sollima se descubre como un narrador sin precedentes, que no intenta copiar a nadie ( como es el caso de Leone, con sus claras referencias a Jhon Ford ). El solo se limita a contarnos una historia a su manera, de la forma mas explicita posible, para que así, el espectador se sienta parte de la historia.
El film tubo un éxito muy satisfactorio para los responsables de producción, así que Grimaldi no tuvo ninguna duda en volver a contratar de nuevo al mismo equipo para realizar otro western, Cara a cara, que se convertiría en la mejor película de toda su filmografía, y uno de los mejores westerns de toda la historia del cine.
Pero eso, amigos, es otra historia.