lunes, 26 de diciembre de 2011

COPIA Y RE-COPIA


Uno de los mayores defectos que tienen la gran mayoría de las productoras cinematográficas es el de copiar hasta la saciedad una formula que ha funcionado correctamente en las taquillas. En este artículo comentamos algunas de las copias más curiosas.

Los Invasores (1964) de Jack Cardiff. Tras el éxito obtenido por la United Artist con el film Los Vikingos (1958), Columbia Pictures intento imitar la proeza, contratando al director de fotografía del anterior titulo para que dirigiera una película sobre el mismo tema, con Richard Widmark imitando al gran Kirk Douglas. El resultado no logra acercarse al original ni por asomo, ofreciéndonos un producto monótono, que no consigue despertar ningún tipo de interés.

Carambola (1974) de Ferdinando Baldi. Copia descarada de Le llamaban trinidad (1970), con los actores Paul Smith y Michael Coby, intentado emular a los míticos Bud Spencer y Terence Hill. Aunque el producto es prácticamente un continuo desfile de gracias sin gracia y de peleas, la taquilla fue generosa, y esta peculiar pareja de imitadores consiguieron protagonizar cuatro películas más. Increíble

Star Crash, choque de galaxias (1978) de Luigi Cozzi. De todos las imitaciones que surgieron tras el éxito de La guerra de las Galaxias (1977), esta una de las pocas que no intenta disimular que es un calco de la anterior. Naves espaciales, contrabandistas, robots, y espadas láser, adornados con la presencia de la escultural, Caroline Munro, un imberbe David Hasselhoff y el veterano Christopher Plummer, que no sabemos que hacia en semejante película.

Las Minas del Rey Salomón (1985) de J.Lee Thompson. Todo un sacrilegio. Convertir al mítico cazador blanco Allan Quatermain, en un Indiana Jones de tercera fila, es una ofensa para tan ilustre personaje. Los productores del film adecuaron la historia para poder realizar una burda imitación de En busca del arca perdida (1981). La música, la trama, los alemanes (Quatermain vive sus aventuras en la época victoriana), las escenas de acción, etc. Richard Chamberlain se merecía algo más digno. Lo peor, Sharon Stone y la escena de las alfombras.



Supersonic man (1980) de Juan Piquer Simon. Tras el éxito obtenido por la película Superman (1978), las productoras intentaron adaptar más héroes del comic, pero los derechos de autor fueron un gran inconveniente y muchos proyectos fueron cancelados. El audaz Piquer Simon decidió el crear su propio súper-héroe, en un film con actores de segunda, efectos especiales de tercera, y una trama tan simple, que no llegamos a comprender.

Orquídea Salvaje (1990) de Zalman King. Ineficaz intento de repetir los mismos resultados que en Nueve semanas y media (1986) contándonos una insulsa historia con un argumento muy débil y repleto de escenas eróticas sin sentido. La presencia de un Mickey Rourke en pleno declive, la veterana Jacqueline Bisset y la inexpresiva Carrie Otis, ayudaron bastante en convertir al film en una cinta erótica de tercera fila. Los protagonistas fueron nominados a los razzies como peor actores del año.

El cuerpo del delito (1993) de Uli Edel. Burda copia de Instinto Básico (1992) con un guión ausente de imaginación, muchas escenas picantes y la presencia de la siempre polémica Madonna, demostrándonos que es una pésima actriz. La cinta cuenta como protagonista con el siempre excelente Willem Dafoe, que no logra salvar al film del desastre. Muy necesitado de dinero estaria Dafoe para participar en semejante producción, pero eso es asunto suyo.

Esperando al jefe (1996) de Jeffrey Reiner. Film que intentaba seguir el camino que empezó Tarantino en Reservoir dogs (1992), centrándose en matones de poca monta que quieren dar el golpe definitivo. Con un reparto y un guión totalmente inapropiados, la película no tiene ni un ápice de esa chispa especial que tiene el titulo antes nombrado. Se estreno directamente en video, con engañosas frases publicitarias.